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El pasado 14 de marzo el Consejo de Ministros aprobó la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo (EESST) 2023-2027. Esta Estrategia, que pone su horizonte en 2027, pretende ser un nuevo marco de referencia que oriente las políticas públicas de prevención de riesgos laborales en los próximos cinco años.

La Estrategia se sustenta en dos pilares fundamentales: la prevención y la colaboración, con un enfoque integral, y situando al mismo nivel la protección de la salud física y mental de las personas trabajadoras.

El marco normativo de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) requiere una actualización, a fin de mejorar la integración de la actividad preventiva de las empresas, la introducción de la perspectiva de género en su gestión, así como reforzar la protección de las personas trabajadoras frente a los riesgos psicosociales. La Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027 será complementada y desarrollada por los programas estratégicos de cada Comunidad Autónoma, acordados en el marco del diálogo social de sus territorios.

Se busca conseguir la mayor eficacia posible en la mejora de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, a través de seis objetivos estratégicos y sus líneas específicas de actuación entre las que se destacan las siguientes:

Mejorar la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales:

1. Profundizar en la investigación de las causas que provocan accidentes de trabajo mortales debido a patologías no traumáticas, que suponen el 40% de los accidentes letales.
2. Elaborar guías para informar sobre los estilos de vida, factores biomédicos y estresores laborales que incrementen el riesgo cardiovascular y sus estrategias de prevención.
3. Poner el foco en las actividades profesionales que acumulan el mayor porcentaje de accidentes de trabajo mediante campañas de asistencia técnica y de vigilancia y control del cumplimiento normativo.
4. Creación de la Agencia Nacional para la Prevención del Cáncer de Origen Profesional.
5. Impulsar y fortalecer los protocolos de declaración de sospechas de enfermedad profesional y de los daños derivados del trabajo para mejorar el reconocimiento de enfermedad profesional.

Gestionar los cambios derivados de las nuevas formas de organización del trabajo, la evolución demográfica y el cambio climático:

1. Revisión de la Ley de PRL y el Reglamento de los Servicios de Prevención para incorporar la integración de la edad y la diversidad generacional en la gestión preventiva.
2. Reforzar la protección de las personas trabajadoras frente a los riesgos psicosociales.
3. Apoyo para identificar y evaluar riesgos derivados de la digitalización y las nuevas formas de empleo.
4. Promover planes de mejora y control de las condiciones de trabajo en actividades afectadas por los cambios medioambientales.
5. ¡NOVEDAD! Atención especial a la salud mental mediante planes específicos para identificar, evaluar y prevenir los riesgos psicosociales en aquellas actividades con mayor prevalencia de enfermedades mentales.
6. Reconocimiento a las empresas que acrediten buenas prácticas en el manejo de la salud emocional y la prevención de enfermedades mentales.
7. Se fomentarán estudios epidemiológicos sobre el posible impacto de los factores de riesgo psicosocial laboral y uso de nuevas tecnologías en patología cardiovascular y salud mental en la población laboral.
8. Se fortalecerá la Red Española de Empresas Saludables (REES) como vehículo de extensión de una gestión avanzada en salud, basada en el modelo de determinantes de salud de la Organización Mundial de la Salud y salud integral, recopilando y difundiendo buenas prácticas en promoción de la salud en las empresas, con el fin de dar la información y las herramientas que las personas y organizaciones necesitan para tomar decisiones más saludables.
9. Se fomentará la promoción de la salud en el lugar de trabajo mediante las necesarias políticas intersectoriales y de participación que promuevan la creación de entornos de trabajo saludables y faciliten estilos de vida saludables.

Mejorar la gestión de la seguridad y salud en las PYMES:

1. Revisión de la normativa de prevención para facilitar su aplicación en las medianas y pequeñas empresas.
2. Promover la formación y capacitación en PRL.
3. Revisión de la normativa para lograr una protección de la salud de autónomos y autónomas equiparable a la de de personas trabajadoras por cuenta ajena.
4. Promover que las obligaciones documentales de las pequeñas empresas respondan a su realidad y tengan utilidad preventiva.

Reforzar la protección de las personas trabajadoras en situación de mayor vulnerabilidad:

1. Identificar colectivos de personas que presentan los peores datos de seguridad y salud con el fin de de analizar los factores que las hacen vulnerables, de los sectores tales como los servicios sanitarios y sociosanitarios, entre ellos, los Servicios de Ayuda a Domicilio (SAD).
2. Elaborar criterios orientativos para la gestión de los riesgos de los servicios de asistencia a domicilio y personas trabajadoras del servicio de hogar, en línea con el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y específicamente en los aspectos ergonómicos y psicosociales.
3. Se elaborarán guías o criterios orientativos para ayudar a las empresas a integrar la diversidad funcional en la gestión de riesgos.

Introducir la perspectiva de género en el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo:

1. Conseguir la integración de la perspectiva de género en la gestión preventiva, en los procesos de evaluación de riesgos y los estudios sobre las condiciones de seguridad laboral, promoviendo la eliminación de desigualdades entre hombres y mujeres en el conjunto de políticas públicas.
2. Impulsar la acción sobre los riesgos específicos de género, con especial atención a las actividades feminizadas.
3. Se promoverá la acción sobre los riesgos específicos de género (definidos por su elevada prevalencia entre las mujeres): doble presencia o conflicto trabajo-familia, violencia, acoso o discriminación por razón de sexo, etc.

Fortalecer el sistema nacional de seguridad y salud para afrontar con éxito futuras crisis.

1. Establecer mecanismos de coordinación institucional ante futuras crisis.
2. Promover el liderazgo en la mejora de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, de todos los agentes y en todos los ámbitos, como el principal motor dinamizador para alcanzar una auténtica cultura de la salud.
3. Promoveremos el incremento de profesionales con competencia en prevención, prestando especial atención al personal especialista en medicina del trabajo.
4. Reforzar el papel de los interlocutores sociales y de los órganos de participación institucional, para implementar políticas preventivas eficaces y consolidar avances en prevención de riesgos que se materialicen en entornos de trabajo seguros y saludables.
5. Sentar las bases de un órgano de coordinación y participación entre el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) y las Administraciones Autonómicas competentes en seguridad y salud en el trabajo.

Fuentes:

• Seguridad y Salud en el trabajo. Estrategia Española 2023-2027
• Nota de Prensa. Ministerio de Trabajo y Economía social