Extraordinario incremento de los factores de riesgo relacionados con los movimientos repetitivos, (más de 13 puntos porcentuales), conflictos interrelacionados en sectores como el sanitario, escolar y atención al cliente, así como la aparición de forma muy significativa del sedentarismo en sectores vinculados a la prestación de servicios financieros, banca, etc., con seis de cada diez personas afectadas.
En 2020 empezamos a tener algunos datos relevantes y principales conclusiones de la tercera edición de la encuesta ESENER de la EU-OSHA, llevada a cabo en 2019. En ella se preguntó a más de 45 000 establecimientos de 33 países sobre su gestión actual de la salud y la seguridad en el trabajo (SST), en especial sobre los principales factores que favorecen o que obstaculizan la consecución de una gestión eficaz y la participación de los trabajadores.
La encuesta se centra especialmente en la gestión de los riesgos psicosociales, como el acoso y el estrés relacionados con el trabajo y también incluye preguntas sobre la digitalización.
ESENER-3 arroja luz sobre algunos de los cambios en las condiciones sociales y económicas que tienen un efecto en los lugares de trabajo europeos que emplean al menos a cinco personas. Esta evolución constante trae consigo nuevos desafíos que requieren acción para garantizar altos niveles de salud y seguridad en el trabajo.
En este contexto de cambio social, los factores de riesgo que con mayor frecuencia se identifican (en el total de la Unión Europea de sus 28 miembros) son los movimientos repetitivos de manos o brazos, (65% frente al 52% en 2014), las dificultades en el trato con clientes, alumnos y pacientes (61%, frente al 58%), así como el levantar o mover cargas pesadas, que incluye también la movilización de personas (54%, frente al 47%). Es de destacar que el tercer factor de riesgos situado por encima de la movilización de cargas pesadas, corresponde a la permanencia prolongada sentada, (59%), factor de riesgos incorporado por primera vez en esta edición del Estudio ESENER, y muy presente en sectores de actividad de finanzas y los seguros (92%) información y comunicación (92%) y administración pública (89%).
El uso de servicios de seguridad y salud revela que los médicos de salud ocupacional (69%), los profesionales en salud y seguridad (62%), así como expertos en prevención de accidentes (51%) son los más utilizados, con porcentajes muy similares a los de 2014. Centrándose en los riesgos psicosociales, solo el 18% de las empresas encuestadas informan recurrir a profesionales de psicología. Curiosamente, hay diferencias muy importantes, siendo en Finlandia y Suecia, donde se presentan máximos de uso, con valores del 71% y el 57% respectivamente, ya sea con personal propio o personal contratado.
Factores de riesgo psicosocial como el trato con pacientes, clientes y alumnos, así como la presión de tiempo, son los más reseñados, con valores del 61% y 44% , respectivamente, y que, además, son considerados como factores más difíciles de abordar que otros riesgos para el 21% de los encuestados, con máximos en Suecia, Dinamarca y Finlandia (43%, 38% y 34%, respectivamente). Factores como la reticencia a hablar abiertamente sobre temas psicosociales parece ser la principal dificultad para abordar los riesgos psicosociales (61% de las empresas en la UE-28), sumado a otras dificultades como la falta de conciencia entre el personal / la gerencia y la falta de experiencia o apoyo especializado, se expresan con mayor frecuencia a medida que crece el tamaño de la empresas.
Específicamente entre aquellas empresas de más de 20 trabajadores que tienen que tratar con clientes, pacientes o alumnos difíciles, el 58% de las mismas disponen de procedimientos para tratar posibles casos de amenazas, abusos o agresiones por parte de clientes, pacientes u otro personal externo, un 4% más que en 2014. Este valor alcanza el 80% en actividades sanitarias de trabajo social.
El 59% de las empresas encuestadas en la Europa de los 28 afirman tener información suficiente sobre cómo incluir los riesgos psicosociales en las evaluaciones de riesgos, en comparación con el 53% en 2014. Como era de esperar, esta proporción aumenta conforme al tamaño de la empresa, así como por el tipo de sector, y por país, con variaciones que oscilan por países desde Italia (69%), Rumania y Suecia (68%), frente a mínimos como en Malta (37%) y Lituania (38%). La siguiente gráfica recoge los promedios de planes de acción y procedimientos implementados contra riesgos psicosociales, por grupo de sector de actividad.
Toda la información al respecto de este informe está disponible en la página de la Agencia Europea Para la Seguridad y Salud en el Trabajo, concretamente en este vínculo.
Con el fin de valorar los cambios sociales y económicos de la Europa de los 28, ESENER-3 ha incluido una nueva sección que analiza el impacto de la digitalización en la salud y la seguridad de los trabajadores. Como era de esperar, existe una gran diversidad cuando se trata de los tipos de tecnologías digitales utilizadas en las empresas. Los PC en lugares de trabajo fijos (presentes en el 85% de los casos), ordenadores portátiles, tabletas, teléfonos inteligentes u otros dispositivos móviles (77%), están presentes con alta frecuencia en todos los sectores de actividad y tamaño de empresa. Tan sólo el 6% de los encuestados (total de la Europa de los 28 estados), afirmaron no utilizar ninguna de las tecnologías digitales señaló el cuestionario.
Sólo el 26% de las empresas usuarias de, al menos, una de las tecnologías digitales antes mencionadas, afirman haberse cuestionado el impacto potencial que el uso de dichas tecnologías puede ocasionar en la salud y la seguridad de los trabajadores; destacan los mayores valores en países como Hungría (58%), Rumania (42%) y el Reino Unido (37%). Por sectores, este tipo de debates se presentan con mayor frecuencia en actividades de servicios administrativos y de apoyo (34%), educación (33%) y actividades de salud social y trabajo social (33%).
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