Hay veces en que la vida se empeña en ofrecernos su peor cara, y entonces las cosas se ponen muy difíciles. Esas veces un repentino infarto sobrevenido en un taller, mientras operas la fresa, y una dura y prolongada baja no son suficientes para calmar su voracidad. Aún puede pedir más, cobrarse más
![Carlos Remiro López, tornero fresador en el taller rodeado de la maquinaria](https://www.mutuanavarra.es/wp-content/uploads/2019/04/mn_ganasdevivir_CarlosRemiro_005-1024x683.jpg)