Otro año que llegamos al 29 de septiembre y otra celebración más vinculada a un factor de salud, enfermedad o causa de muerte, como tantas otras que se reparten por el calendario a lo largo de todo el año.
Me pregunto: ¿por qué me ha de importar esta campaña? ¿Está mi corazón entre las prioridades a cuidar, vigilar o adoptar medida alguna para mejorar mi salud? ¿Me asustará la cifra de casos, como, por ejemplo: cerca de 120.000 personas perdieron la vida por causa cardiovascular en 2020, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), convirtiéndose en la primera causa de muerte en España por delante del cáncer y de las enfermedades del sistema respiratorio? Probablemente no. Y así pasará el día, como tantos otros, cargado de preocupaciones personales, tal vez lluvia, tensiones y sinsabores de los que estamos tan bien surtidos estos días.
Sabemos, casi todos, de las maldades de tener hábitos como el sedentarismo, el fumar, (no hay más que mirar los mensajes-bomba de las cajetillas de tabaco para recordárnoslo), o tener la tensión alta, (factor que no avisa, razón por la que lo califican como “la asesina silenciosa” ya que no se manifiestan sus efectos hasta que se “expresan” en forma de infarto, ictus, etc.). La gravedad de sus efectos no dependerá de la suerte o el azar de cada uno; dependerán de nuestro estilo de vida pasado y presente, sin excusas o excepciones.
A no ser que acabes de salir de algún reconocimiento médico, quizá el habitual que te ofrece la empresa y al que vas o no vas, y según su resultado, te hayan comentado que “algo raro” han visto en tu electro (cardiograma), apenas nada vaya a mover tu interés, no digamos despertar tu conciencia, como para platearte algún cambio de conducta. Que si la guerra del colesterol, la sal, el azúcar en sangre, la poca actividad física (sí, claro, pero ¿cuándo?), son batallas menores cuando tenemos enfrente los recibos de la luz y el gas, los gastos escolares, el precio de la alubia verde y las ciruelas… Salvo que pase algo, y grave en la mayoría de las ocasiones, nuestro corazón no está en la lista de nuestras prioridades, intereses o preocupaciones.
Y ese algo, si sobreviene, lo transforma todo, o casi todo. Según datos de la Federación Mundial del Corazón, las enfermedades cardiovasculares se cobran cada año 18,6 millones de vidas. Sí, has leído bien, más de dieciocho millones de fallecimientos. No hay marcha atrás. Lo quieras aceptar o no, las consecuencias pueden llegar a ser irreversibles en buena parte de los casos. Por situar la magnitud del dato, los fallecidos por Covid-19 ascienden en el mundo a casi seis millones y medio de personas.
No querer oír las advertencias que nos llegan, desdeñar los mensajes que incluso nos lanza nuestro propio cuerpo, no van a mitigar los riesgos de padecer las consecuencias de una enfermedad cardiovascular.
Escucha, esto, seguro que ya lo has oído muchas veces, aunque, para ser sinceros, no ha calado en nuestra conciencia: por fortuna, hasta el 80% de los casos de enfermedad cardiovascular se pueden prevenir ¿Cómo? ¿No te lo imaginas? La respuesta está en adquirir hábitos de vida más saludables.
Si crees que estás en riesgo, si crees que es el momento de “cuidar” tu corazón, sin posponerlo por otras razones quizá más urgentes, aunque no más importantes, sin duda. tu vida puede estar en juego, …. ¿Quieres jugártela?
Yo decido que me importe, que voy a dedicar más tiempo a mi corazón, a mí mismo, por lo que pueda venir, o que pueda estar viniendo, aunque no me esté dando cuenta. Feliz día para mi concienciación sobre el corazón. Cuidarse, la mejor opción; no la pospongas (procrastines, como dicen quienes gustan de trabalenguas).
Existen asociaciones, como ADACEN, Asociación del Daño Cerebral, que trabajan por aliviar las consecuencias siempre negativas de los ictus y otras lesiones cerebrales. Una labor encomiable con personas para las que, lamentablemente, se ha llegado tarde.
Que, para tu caso o el mío, no lleguemos tarde.
Datos extraídos de la Fundación Española del Corazón: https://fundaciondelcorazon.com/actualidad/dia-mundial-del-corazon/3843-dia-mundial-del-corazon-2022.html
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