Hoy, en el Día Mundial del Trabajo Social queremos destacar y visibilizar la figura de nuestras trabajadoras sociales. Su labor consiste en prestar una atención integral en cada caso concreto, de forma individualizada incluyendo no solo al paciente, también a su entorno familiar, social y laboral.
Desde que ocurre el accidente de trabajo o la enfermedad profesional, trabajan por crear un clima de confianza y profesionalidad que les acompañará durante todo el proceso de recuperación.
La empatía, el acompañamiento o la orientación son aspectos fundamentales en el día a día de nuestras trabajadoras sociales. La coordinación con diferentes agentes o servicios durante todo el proceso también es clave para que la gestión sea de calidad y tenga calidez humana.
En definitiva, el objetivo principal es ir de la mano del paciente en esa recuperación para conseguir una reincorporación laboral en las mejores condiciones posibles, y si esto no fuera viable conseguir la mejor calidad de vida.
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