Los primeros seis meses del año han registrado un aumento de la incidencia en los accidentes de trabajo del 22,42% con respecto al mismo periodo de 2020, según datos analizados por Mutua Navarra. éste y otros datos significativos se incluyen en el 5º Barómetro de Absentismo que elabora semestralmente la entidad.
Las bajas emitidas por accidente laboral han supuesto a su vez un incremento de las jornadas perdidas por cada persona trabajadora del 2,72%. Por sectores, crecen de manera significativa agricultura y servicios, con subidas del 28,34% y del 21,16%, respectivamente. “Esta situación demuestra que, conforme se ha ido recuperando la actividad económica, es necesario redoblar los esfuerzos en materia de sensibilización y prevención”, explica Javier Igea, responsable del Área de Empresa Saludable de Mutua Navarra.
Paralelamente, “la incidencia de los accidentes graves o mortales sufre un importante aumento, del 27,91% siendo la industria el sector que concentra la mitad de estos accidentes”, destaca Igea.
En lo relativo a la contingencia común, a pesar de que 2020 cosechó uno de los peores datos de la serie, durante el primer semestre de 2021 la tendencia sigue en aumento, con una variación creciente del 8%. “Esta situación está suponiendo un problema organizativo para las empresas. A pesar de que la duración media de los episodios está siendo más corta, ya que este año no está habiendo una paralización tan acusada de los tratamientos a causa de la pandemia, esta tendencia al alza repercute negativamente en la organización del trabajo”, añade el responsable del Área de Empresa Saludable de Mutua Navarra.
Por rangos de edad, los jóvenes entre 20 y 29 años suponen el 13,45% de la población protegida en contingencia común y, sin embargo, generan el 16,17% de las bajas. A partir de esa edad, baja la relación entre bajas generadas y población protegida.
Respecto a la incidencia, a pesar de la reducción de las jornadas perdidas (-18,80%), ésta ha aumentado en un 38,22% respecto al mismo periodo del año pasado. Los meses de enero y abril concentran el mayor número de bajas por covid-19, coincidiendo con las dos olas. En relación a la duración media, las bajas por contagio supusieron una media 20,36 días y las bajas por contacto estrecho una media de 8,89 días.
Como consecuencia también de la incidencia de la pandemia, se observa que la covid-19 continuó siendo la segunda causa más habitual de baja por contingencia común, con un 19,81% del total de los días de baja, sólo superada por los trastornos músculo-esqueléticos, que suponen un 28,26%.
El estudio subraya, por otra parte, que los ámbitos laborales han seguidos siendo entornos seguros en cuanto a la transmisión del coronavirus y que, exceptuando casos muy concretos, no se han detectado focos importantes de contagio entre la población trabajadora dentro de sus centros de trabajo. En cualquier caso, tal y como indica Javier Igea, “las organizaciones deben seguir poniendo el foco en las medidas preventivas, realizando un seguimiento continuo y evitando caer en la relajación ante una posible mejoría de los datos epidemiológicos”.
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