En las últimas semanas han ido disminuyendo los indicadores de contagio y mortalidad relacionados con la COVID19, y la reducción de algunas de las medidas de confinamiento y paralización de la actividad económica parece que nos abren paso a una normalización progresiva.
Los estudios de inmunidad de la población en relación a la COVID19, tanto a nivel nacional como internacional, están arrojando unos datos muy bajos: muy pocas personas han pasado la enfermedad. El estudio de seroprevalencia publicado la pasada semana revela que en Navarra que sólo un 6% la población ha estado en contacto con el virus.
Estamos superando el primer escalón, pero parece claro que quedan muchas más escaleras por delante. Podemos sospechar que una parte importante de la población irá contagiándose en los próximos meses o años a expensas de la llegada de una posible vacuna, que por otra parte tardará en implantarse a nivel global. Tenemos, por tanto, que aprender a convivir con la COVID19 y a trabajar en esta nueva situación.
Nos gustaría, desde Mutua Navarra, compartir algunas claves que nos parecen especialmente importantes en este momento:
1.- Tenemos que integrar la prevención COVID19 tanto en el día a día de nuestras organizaciones como en nuestro ámbito personal. Dado que esto va a durar más de lo que nos gustaría, debemos incorporar a nuestros hábitos medidas para evitar el riesgo de propagación del virus. Por nosotros y por nuestro entorno.
2.- Ser conscientes de que la COVID19 es un problema de salud pública, de la sociedad en su conjunto, y que resulta imprescindible suma el esfuerzo colectivo de administraciones y empresas y la responsabilidad individual de cada persona. Desde el ámbito laboral, tenemos que mejorar nuestras condiciones de prevención del virus y minimizar los riesgos de su posible de expansión. Pero sólo con esto no es suficiente. Estos últimos días se han levantado algunas de las restricciones de movilidad y distanciamiento vigentes, y en seguida hemos podido ver escenas de incumplimientos de las normas básicas de seguridad.
En Mutua Navarra siempre hemos apostado por ir más allá del cumplimiento legal en los aspectos de salud. En este momento, esto nos parece más importante que nunca. La clave no es tanto fijarnos en lo que no podemos hacer sino decidir qué es conveniente que hagamos para reducir los riesgos de contagio, para nosotros y para otras personas. Urge sensibilizarnos: insistir en nuestros ámbitos de influencia, tanto en el laboral como en el personal, en ambos casos desde la responsabilidad y la solidaridad, cumpliendo claro está las medidas de prevención y distanciamiento social, y así poder superar juntos la crisis.
3.- Informar, señalizar y recordar de manera permanente. Ciertas normas de seguridad y prevención son muy sencillas en relación a la reducción de transmisión de la COVID19, pero nos cuesta cumplirlas o hacerlas cumplir porque van en contra de nuestros hábitos o aprendizajes de mucho tiempo. Por eso, en este momento son especialmente importantes la comunicación y la información, la señalización de las normas y el seguimiento. En esta línea, desde Mutua Navarra hemos lanzado la campaña “Me protejo, te protejo”, que puede ayudar a comunicar e inculcar este mensaje en nuestros entornos: https://www.mutuanavarra.es/campana-prevencion-coronavirus/
4.- Constancia: lavarse las manos correctamente, mantener una distancia de protección de dos metros, utilizar bien las mascarillas o reforzar las medidas de limpieza, ventilación y desinfección son las principales medidas básicas que nos tenemos que esforzar en cumplir y hacer cumplir en nuestras organizaciones siempre que sea necesario.
5-. Prepararnos y cuidar la salud en esta carrera de fondo. Cualquier carrera de larga distancia requiere una buena preparación física y mental. Desde Mutua Navarra creemos que es momento de ser “más azules que nunca”: cuidar especialmente nuestra salud física y mental y la de las personas que trabajan con nosotros. Mantener la actividad física, disponer de momentos de calma y tranquilidad personal, aprender a gestionar nuestras emociones, respetar los tiempos de descanso… son factores básicos para mantener nuestro sistema inmunológico a punto. Como empresa, debemos fomentar estos buenos hábitos y estar atentos a posibles situaciones personales para dar apoyo cuando sea necesario.
6.- Volver a pensar en el futuro, reconociendo las dificultades que vamos a tener y diseñando estrategias para afrontarlas. Esta crisis sanitaria ha dejado y sigue dejando situaciones personales muy complicadas. No lo podemos olvidar. Hemos estado centrados en solucionar los problemas y los retos que cada día planteaba la COVID19. Hasta hace poco no era momento de mirar a largo plazo. Ahora, después de más de dos meses de crisis aguda, tenemos que pensar cómo hacer que nuestros proyectos y empresas sobrevivan. Después de la crisis sanitaria se avecina una grave crisis económica. La experiencia de lo pasado nos podrá ayudar a preparar planes de contingencia por si los contagios vuelven a crecer y nos dificultan de nuevo mas las cosas. Pero, además, hay que asumir y afrontar otros vectores imprescindibles para estos meses que vienen: priorización, diversificación de riesgos, convivencia con nuevas situaciones personales, teletrabajo, adaptación, comportamientos responsables, resiliencia… Nuestras organizaciones se están jugando su futuro.
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