Abordar la problemática del alcohol y otras drogas en el ámbito laboral es un tema complejo debido a la escasa receptividad que existe hasta la fecha. Las condiciones de trabajo son una parte importante en la vida de las personas y pueden tener una decisiva influencia en los niveles de salud y bienestar, dentro y fuera del ámbito laboral. La prevención de riesgos laborales es un deber de las empresas y un derecho de los trabajadores, los cuales también deben velar por la protección de su propia salud y la de sus compañeros.
Para entender mejor esta situación, Gorka Moreno, adjunto a la dirección en la Fundación Proyecto Hombre Navarra, nos cuenta desde su perspectiva como hacer frente a este tipo de realidades.
¿El consumo de sustancias psicoactivas constituye una preocupación importante en las empresas?
Efectivamente. Son muchas las empresas que nos demandan ayuda para afrontar este problema, en la mayoría de los casos porque han detectado el caso de algún trabajador afectado, y no saben muy bien cómo actuar. Tampoco debería sorprendernos, si tenemos en cuenta que el alcoholismo y/u otras drogodependencias afectan a al menos un 2% de la población en España. Las empresas son un reflejo de la sociedad en la que se encuentran, y a poco que tengan un número relativamente grande de trabajadores, los casos afloran por una mera cuestión de probabilidad. A todo eso habría que sumar además los casos de personas trabajadoras que, sin ser drogodependientes, hacen un uso de las sustancias que pueden acarrear importantes riesgos durante el desempeño de su trabajo.
En la última encuesta del Observatorio Español de la Droga y las Toxicomanías, un 87% de los trabajadores manifestaban que el alcohol y otras drogas era un problema importante en su lugar de trabajo, y uno de cada cinco referían tener actualmente algún compañero o compañera de trabajo que consumía en exceso.
¿Qué repercusiones tiene el alcohol y/u otras drogas en el ámbito laboral?
Hay numerosos estudios sobre las importantes repercusiones del consumo de alcohol y/u otras drogas en el trabajo, principalmente en relación con la productividad y con la seguridad del propio trabajador afectado y de sus compañeros.
La Organización Internacional del Trabajo estima que entre un 15 y un 30 por ciento de las víctimas de accidentes laborales podrían estar relacionadas con el uso indebido del alcohol y de otras drogas, y que los trabajadores con estos problemas presentan un absentismo laboral dos o tres veces mayor que el resto. Los costes de sus bajas por enfermedad son además mucho más altos y podrían estar relacionados con entre un 15 y un 40 por ciento de los expedientes disciplinarios, según la Sociedad Española de Toxicomanías.
A todo ello habría que añadir otras dificultades, como el deterioro del clima laboral asociado a estas situaciones, las ausencias del trabajo, la pérdida de calidad, los problemas con los propios compañeros y, por supuesto, el deterioro progresivo de las personas afectadas por el consumo.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de las drogas?
Si atendemos los criterios de la OMS, una droga es cualquier sustancia que introducida en el organismo provoca una alteración del funcionamiento del sistema nervioso central, y que es además susceptible de crear dependencia. Es decir, que una sustancia es droga con independencia de cuál sea su estatus legal. Si atendemos a los costes personales, sociales, sanitarios, e incluso laborales, la droga principal es el alcohol. Ninguna otra está relacionada con tantas admisiones a tratamiento en los centros de drogodependencias. Se da la paradoja de que es probablemente la única droga que consumimos la mayor parte de la población adulta (si exceptuamos estimulantes menores como la cafeína), pero ninguna otra afecta de una forma tan dramática a las personas que abusan de ella. El consumo de alcohol debería ser uno de los principales retos en relación con la prevención y con el abordaje de los problemas de drogas en las empresas.
¿Hace falta ser alcohólico o drogodependiente para tener problemas con las drogas en el trabajo?
Es una pregunta muy interesante. Desarrollar una drogodependencia es un riesgo importante de consumir drogas, pero ni mucho menos es el único. Se pueden tener muchos problemas asociados al consumo de drogas sin ser necesariamente un drogodependiente, como por ejemplo padecer los efectos de una grave intoxicación o una sobredosis, infectarse por consumir en malas condiciones higiénicas, o desarrollar una actividad de riesgo bajo los efectos del consumo, como puede ser por ejemplo manejar vehículos o máquinas. Un mismo consumo puede ser de bajo o de alto riesgo en función de las características de la persona que lo realiza y del contexto en el que lo hace. No es lo mismo beberse dos o tres vinos un viernes por la tarde con los amigos después de trabajar que hacerlo en el almuerzo antes de retomar el trabajo. Considero que el contexto laboral habría de considerarse siempre un contexto de abuso, es decir, asociado a riesgos significativos, y que deberíamos avanzar hacia el concepto de “empresa 0,0”, desde el respeto a la libre toma de decisiones por parte de las personas en el ámbito de su vida privada, al margen del trabajo.
¿Consideras importante prevenir y abordar estos problemas?, ¿Por qué?
Es importante porque, como hemos visto, las repercusiones son muy significativas. Lo es desde la perspectiva de la Prevención de Riesgos Laborales, y lo es también desde la propia concepción más actual de “empresa saludable”, comprometida con el impulso de la calidad de vida de las personas trabajadoras.
¿Cómo deben afrontarse este tipo de situaciones en la empresa?, ¿es necesario crear un plan con unas condiciones?
Lo ideal es que exista un plan, y que además en su planificación y desarrollo participen todos los grupos de interés dentro de las empresas, desde la dirección hasta los propios trabajadores, porque se trata de una acción que sin duda beneficia a todas las partes. Creo que es importante que esta colaboración se produzca desde el propio análisis del punto de partida: qué problemas o riesgos tenemos y por qué nos interesa a todos hacer algo para afrontarlos adecuadamente. A todos nos interesa la seguridad, la productividad, o la tranquilidad de saber que el hecho de reconocer tener problemas con las drogas no solo no será objeto de sanciones, sino que será tratado con la máxima confidencialidad y proponiendo soluciones humanizadas y profesionalizadas. Las empresas pueden establecer de este modo protocolos de actuación y planes de ayudas, consensuadas por todas las partes implicadas, a las que el trabajador afectado podrá acogerse de forma voluntaria.
¿Qué signos o síntomas son los que denotan un problema con el alcohol/drogas?
Normalmente los problemas con el alcohol y/u otras drogas se van asociando a un proceso de progresivo deterioro personal, social y de la salud con importantes repercusiones en el ámbito del trabajo: dificultades para mantener hábitos laborales (absentismo o ausencias del puesto durante la jornada laboral, impuntualidad) dificultades de atención y concentración, incremento de incidentes y de accidentes, bajo rendimiento, conflictos interpersonales, necesidad de dinero (anticipos, préstamos…), hurtos de material, estados de ánimo alterados, aspecto descuidado, etc.
¿Cómo ayudáis a las personas desde la Fundación Proyecto Hombre en este tipo de situaciones?
Tratamos de ofrecer un espacio de escucha y de valoración de cada caso en su singularidad. A partir de ahí tratamos de consensuar con la persona afectada un tratamiento acorde a sus necesidades. Para ello, disponemos de un centro ambulatorio (con sedes en Pamplona y en Tudela) y de un centro residencial (con sede en Estella). El itinerario y el tiempo de permanencia en uno u otro recurso se establecen de forma particular en cada caso. Además, tratamos de implicar de forma muy intensa a familiares y allegados que puedan colaborar en el tratamiento, siempre que sea posible. Todo ello atendido por un equipo de más de cuarenta profesionales (principalmente profesionales de la psicología, la medicina, el trabajo social y la educación social), apoyados por un grupo de más de setenta persona voluntarias en labores como la atención telefónica y la recepción, el acompañamiento a personas sin apoyo familiar, la organización de actividades de ocio en nuestro centro residencial o el apoyo en compras y recados. Las personas interesadas pueden ponerse en contacto con nosotros directamente o bien a través de su centro de salud mental.
Biblografía_Reacción o prevención: cómo abordar el consumo de alcohol y otras drogas en la empresa. - Proyecto Hombre
[…] Navarra “El alcohol y otras drogas en el ámbito laboral. Una realidad que afrontar.” Colección recomendaciones para una empresa saludable […]